Hoy se conmemora el Día Internacional de la Seguridad y Salud Laboral y quisiera aprovecharlo para trasladar mi felicitación a toda la ciudadanía por haber conseguido introducir un nuevo concepto en la sociedad como es el de la cultura preventiva. Hoy en día hay una sensibilidad manifiesta y una preocupación social hacia el accidente laboral que no existía en la década de los noventa y eso se ha logrado con considerable esfuerzo y es un éxito achacable a toda la población. Gracias a las campañas de sensibilización masivas, en las que se ha llegado al 90% de la población, a las acciones divulgativas de sindicatos y empresarios o a las actuaciones específicas dirigidas a colectivos concretos como inmigrantes, desempleados o cuidadores de personas dependientes y a campañas en colegios o institutos hemos conseguido que la sociedad se tome en serio la seguridad en el ámbito del trabajo y las consecuencias que puede acarrear no tomar las medidas preventivas que el puesto requiere. La alta sensibilidad del gobierno andaluz en este ámbito, unida al firme y eficaz compromiso de los agentes económicos y sociales en torno a la consecución de los mejores niveles de seguridad y salud en el trabajo, han hecho posible que la prevención de riesgos laborales se haya contemplado sucesivamente como uno de los puntos estratégicos objeto de los Acuerdos de Concertación Social en Andalucía y como uno de los elementos esenciales que configuran la cultura de la calidad en el empleo. Este consenso, fruto del diálogo social desarrollado dentro del Consejo Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales, ha echo posible acciones como el anterior Plan General de Prevención de Riesgos Laborales que ha sido calificado por los agentes económicos y sociales como un "hito" valorando positivamente la reducción de la siniestralidad conseguida.
Para nosotros, el consenso con los auténticos protagonistas de la prevención, sindicatos y empresarios, es una auténtica necesidad para garantizar el éxito de cualquier política de seguridad laboral que se desarrolle. Sin su participación y colaboración sería difícil conseguir los objetivos marcados, y cualquier actuación en solitario del gobierno andaluz estaría abocada al fracaso. Un ejemplo de ello es que la nueva Estrategia Andaluza de Seguridad y Salud en el Trabajo 2010-2014, aprobada por el Consejo de Gobierno a primeros de año, así como sus medidas concretas son una de las primeras materializaciones del VII Acuerdo de Concertación Social de Andalucía.
Aunque el trabajo realizado hasta ahora parece estar dando sus frutos y las valoraciones desde todos los ámbitos son positivas, no debemos caer en la autocomplacencia porque queda mucho por hacer para conseguir mantener la reducción sostenida y significativa de la siniestralidad laboral en Andalucía, y la mejora continua de las condiciones de trabajo, objetivos principales de la citada estrategia que no se limita solo a eliminar los factores de riesgo sino que quiere crear una auténtica promoción de la salud con iniciativas que se adaptarán mejor a la coyuntura del mercado laboral y a las actividades de cada territorio.
Pero para que esta apuesta sea eficaz, necesitamos seguir contando con el compromiso de la ciudadanía andaluza como agente activo y colaborador absolutamente necesario para crear esta auténtica cultura preventiva.
(Fuente: Diario Córdoba)
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