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La crisis empaña el descenso en la siniestralidad laboral

07/01/2010

Depende del informe, del autor y del destinatario, pero si hay algo en lo que todos coinciden es en que los últimos datos sobre siniestralidad registran una clara tendencia a la baja. Al menos, los que el Ministerio de Trabajo e Inmigración publicaba el pasado mes de noviembre no dejan lugar a duda: la caída del índice de incidencia de los accidentes de trabajo en España entre octubre de 2009 y octubre de 2008 fue de un 23,7% con respecto al mismo periodo del año anterior. Tampoco hubo categoría de gravedad o sector en el que el saldo absoluto se situara por encima de los diez puntos negativos (agrario, - 11,3%; industria, - 31,5%; construcción, - 41,1%, y servicios, - 18,4%). Pero, ¿cabrían diferentes lecturas?

Desde la perspectiva de Concepción Pascual, directora del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, la respuesta es "no", porque estos resultados son fruto de "la labor de prevención que empresas, trabajadores y administraciones llevan haciendo desde 2000 y que este año se ha acentuado considerablemente". Un incremento "especial" debido "al buen hacer de todos y, en parte, a la caída del empleo derivada de la crisis".

Para Vicente Aparicio, subdirector general de la mutua de accidentes Asepeyo, esta última afirmación no ocupa tal segundo lugar, ni siquiera aparece como causa plausible de la bajada de la mortalidad, que se ha a reducido a la tercera parte desde aquel fatídico 2000 que comentaba Pascual. "Si hablamos de baja médica, hemos pasado del 9,61% al 5,26% en menos de una década", puntualiza.

Del otro lado de la prevención, Aparicio insiste en la buena noticia que supone el hecho de que los colectivos con mayor siniestralidad hayan disminuido el índice de incidencia en sus centros "un 16,26%, la construcción; un 25,28%, la industria manufacturera, y un 17,88%, el comercio" y recalca que éste "siempre mide el número de accidentes con respecto a cada 100.000 trabajadores, independientemente del de ocupados".

Manzana de la discordia

Y es que ésta es la manzana de la discordia entre los que ven el vaso medio vacío y los que lo ven medio lleno. Los sindicatos, especialmente los asociados a colectivos con más siniestralidad, difieren en gran medida de las anteriores interpretaciones. "Hay menos accidentes porque trabajan menos personas", comenta Manuel Fernández Lito, secretario general de la Federación Estatal de Metal, Construcción y Afines de UGT, para el que, pese al descenso en la siniestralidad de la construcción influido por la pérdida del 24% de los empleos, este sector aún necesita de intervención urgente: "Se accidentan mil trabajadores al día y uno de cada tres que muere durante el desempeño de su labor pertenece a este sector". La crisis, en su opinión, también maquilla la cifra desde otros aspectos, como el de las declaraciones de baja, que se han reducido debido "al miedo a que se prescinda del trabajador en un campo en el que el contrato por obra y servicio puede justificar cualquier despido", o el de la vigilancia de la salud: "Durante los nueve primeros meses de 2009 se declaró un total de 12.390 enfermedades profesionales, un 14% menos que en 2008, debido, en muchos casos, a que éstas son calificadas de accidentes o de enfermedades comunes".

En Asepeyo sí que coinciden en este punto. Su subdirector, Vicente Aparicio, afirma que "más de la mitad de la facturación de la mutua viene de este apartado concreto". Esta proporción refuta la opinión de Fernández Lito, quien reconoce la labor de prevención de la Administración, pero apunta que se precisa más vigilancia en todos los frentes, desde el centro de trabajo "formación, conocimiento del medio y prevención" hasta la que supervisa el desarrollo de las leyes. "Sólo así se fortalecerá el papel de los interlocutores sociales y la implicación de empresarios y trabajadores, y se otorgará el protagonismo al Diálogo Social y a la negociación colectiva", concluye.

El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo tiene presente dichas peticiones e insiste, a través de Concepción Pascual, en que el calendario previsto hasta 2011 va a buen ritmo. Su prioridad genérica es "crear los instrumentos, actuaciones de difusión, investigación y prevención que lleguen al ciudadano, al empresario y al trabajador", y la formal, este año, "modificar los servicios de prevención para dotarles de mayor calidad, reducir los accidentes laborales de tráfico y poner en marcha el asesoramiento público al microempresario con menos de diez trabajadores en peluquerías y oficinas". Difícil asignatura para 2010 si tenemos en cuenta que la calidad y los accidentes de tráfico y de autónomos son difíciles de cuantificar en estadísticas. Las mismas en las que todavía seguimos sin ponernos de acuerdo.

(Fuente: Abc.es)

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