Acercándose la nueva normalidad, los trabajadores y empresas se plantean una situación compleja ante el retorno al trabajo presencial. Conforme avanza la desescalada, se empieza a intuir la importancia de la tecnología como principal medio de prevención y seguridad en la vuelta a los puestos de trabajo.
Todo este tiempo de desescalada ha supuesto el desarrollo y ensayo de las posibles soluciones en las oficinas. Una de las primeras y principales actividades que realiza el personal al llegar al centro donde trabaja es validar su identidad. Para ésto, las tecnologías sin contacto como el reconocimiento facial, ya están implantándose en muchas oficinas, añadiéndole un control de temperatura al instante a través de dispositivos termográficos para localizar posibles contagios.
Por otro lado, mantener el distanciamiento social es otro de los grandes retos en seguridad, para ello se están utilizando sistemas de videovigilancia con inteligencia artificial, controlando y alertando de posibles riesgos como no guardar la distancia social o detectar si se lleva puesta la mascarilla.
(Fuente: El País)
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