El pasado 30 de diciembre entraba en vigor la nueva Ley de divulgación de información no financiera y diversidad con carácter retroactivo de todo un año y ampliando muy significativamente el número de sociedades obligadas a informar y verificar no sólo su información financiera, también sus impactos ambientales y sociales.
La ley es especialmente concreta sobre qué y cómo incluir la información no financiera. El informe anual que las sociedades afectadas tendrán que elaborar ya de todo el año pasado debe contar cuestiones ambientales, sociales y de personal, de ética, y también de los impactos en todos sus públicos de interés.
Con la nueva ley, las empresas tendrán que pararse a mirar y dar datos, indicadores y resultados sobre las plantillas. Sobre su diversidad por género y procedencia, sobre las retribuciones medias, sobre la organización del trabajo y las medidas de conciliación, sobre seguridad y salud, sobre discapacidad y accesibilidad universal, derechos humanos… Todo ello servirá bien a las empresas para identificar debilidades y fortalezas que, seguro, redundarán en trabajadores más satisfechos y más productivos.
(Fuente: Huelva Información)
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