Cerca de doscientos países que pertenecen a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) abordarán la próxima semana por primera vez los detalles de lo que se espera sea la primera norma internacional contra todos los tipos de acoso y violencia en el lugar del trabajo.
Esas discusiones se producirán en el marco de la Conferencia Anual de la organización, que empieza la semana que viene en Ginebra y se extenderá hasta el 8 de junio.
"Este es un proceso que ha llevado mucho tiempo y no se trata de que estemos respondiendo a un tema de moda. Se propone una norma internacional que no sólo se refiere al acoso sexual, sino que va más allá y abarca a hombres y mujeres", explicó a la prensa la experta de la OIT Manuela Tomei.
Sin embargo, reconoció que el movimiento #MeToo ha influido positivamente en algunos gobiernos -a los que prefirió no nombrar- que se habían mostrado poco entusiasmados con una propuesta de este tipo y que ahora han manifestado que estarían dispuestos a apoyarla.
La nueva norma, que será discutida por los Estados miembros de la OIT en las próximas dos semanas, incluirá todas las formas de violencia y acoso, desde el administrativo, el moral y el psicológico hasta el físico y el de carácter sexual.
Las víctimas de este tipo de abusos muchas veces optan por el silencio ante una situación laboral insegura, la que puede deberse a una legislación que protege poco al trabajador o a un contrato de corto plazo que temen no se renueve.
(Fuente: El Economista )
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