Contaminación atmosférica: la OMS corrige a la UE
29/12/2016 porcentaje de población urbana en la UE que sufre el exceso de polución es, según la OMS, ocho veces superior al que ofrecen los datos de la Comisión Europea. Esta contradicción ha sido puesta de manifiesto en el último informe sobre la calidad del aire en Europa de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
La OMS juzga necesaria una mayor exigencia en las normativas sobre calidad del aire para proteger las salud; pero las regulaciones europeas siguen enquistadas, lo que permite dulcificar la sobrecontaminación en las ciudades. El informe de la AEMA actualiza las cifras y señala que la polución por partículas finas provocó 436.000 muertes prematuras en la UE en el 2013, de las cuales 23.940 correspondieron a España.
“El número de personas expuestas a niveles de contaminación por partículas finas por encima de los valores guía de la OMS (para proteger la salud) es 7 u 8 veces superior al que se obtiene si se utilizan los valores de la Comisión Europea”, corrobora Xavier Querol, investigador del CSIC, quien reclama una revisión de la directiva comunitaria de calidad del aire para aproximar criterios a los de la OMS, que son los que realmente protegen.
De 2012 a 2014, entre el 8% y el 12% de la población urbana de la UE-28 estaba sufriendo niveles de contaminación del aire superiores a lo que marca la normativa comunitaria para las partículas PM2.5 (25 microg/m3 de media anual).
Sin embargo, si se atienden los límites recomendables para la OMS (10 microg/m3 de media anual), el exceso de polución afecta a entre el 85% y el 91% de la población europea urbana. La preocupación mayor se centra precisamente en la población que respira partículas finas, pues pueden causar o agravar dolencias cardiovasculares, asma y cáncer de pulmón. Irrumpe en los alvéolos y el riego sanguíneo.
Idéntica discrepancia se observa analizando los datos de las partículas de mayor tamaño, las PM10. En los tres últimos años analizados, entre el 16% y el 21% de la población urbana estaba expuesta a niveles de partículas PM10 superiores a los valores fijados por la UE (50 microg/m3al día, umbral que no debe superarse más de 35 días al año). Sin embargo, el porcentaje alcanza entre el 50% y el 63% si se tiene en cuenta los criterios de la OMS.
“Esta brecha tiene que resolverse”, señala Querol. La enorme diferencia entre los valores de protección para la salud entre las directivas de calidad del aire de la UE y la OMS se debe a que en el 2013 el entonces comisario de medio ambiente, Janez Potocnik, decidió retrasar la revisión de dichas directivas (de 2008, pero con valores límite heredados desde 1999) y posponer su actualización hasta el 2020. Con ello, se impidió que entraran en vigor límites legalmente vinculantes más estrictos, que se hubieran acercado a los deseos de la OMS.
Potocnik alegó que ese retraso se compensaría con una mejora en la directiva comunitaria sobre techos nacionales de emisiones (precisamente aprobada ayer por el Parlamento eEuropeo) y en la que se fijan reducciones de emisiones para el 2030 en los diversos países para cinco grandes contaminantes atmosféricos (como los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre o las partículas).
Pero estos techos o límites de emisiones son nacionales y engloban a todos los sectores. Por ello una reducción de las emisiones no tiene por qué traducirse en una mejora de calidad del aire de las ciudades. Que una térmica emita menos NOxes positivo, pero no siempre supone un aire urbano más limpio. “En el 2009, se descubrió que los vehículos diésel emitían entre 4 y 5 veces más dióxido de nitrógeno de lo que decían las pruebas de laboratorio. Si no se regula y evalúa la calidad del aire exigible en la ciudad de manera más estricta, nunca se descubrirían carencias como esta”, dice Querol.
El informe de la AEMA agrega que el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3) causaron la muerte prematura de 71.000 y 17.000 personas respectivamente en el 2013.
El mayor número de muertes prematuras por las partículas PM2.5 se dió en el 2013 en Alemania (75.400), seguida de Italia (66.630), Polonia (48.270), Francia (45.120), Reino Unido (37.930), Rumania (25.830) y España (23.940). En nuestro país se dieron además otras 4.280 muertes prematuras por N02 y 1.760 por ozono (O3).
“Se han dado reducciones de emisiones que han dado lugar a mejoras en la calidad del aire en Europa, pero no han sido suficientes para evitar un daño inaceptable para la salud humana y el medio ambiente”, dijo el director ejecutivo de la Agencia Europea de Medio Ambiente Hans Bruyninckx. “Necesitamos hacer frente a las causas fundamentales de la contaminación del aire, que exige una transformación fundamental e innovadora de nuestros sistemas de movilidad, energía y los alimentos. Este proceso de cambio requiere acciones de todos nosotros, incluyendo las autoridades públicas, las empresas, los ciudadanos y la comunidad y la investigación “.Hay una mejora en la calidad del aire en las zonas controladas desde el año 2014.
(Fuente: www.prevencionintegral.com)
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