La sequía aumenta el riesgo de sufrir «calambrazos»
17/03/2012La sequía meteorológica que afecta al país desde inicio de año es responsable de una mayor carga electrostática en la vida cotidiana -"pelos de punta", chispazos...-, ya que el aire seco es un mal conductor de la electricidad y el cuerpo tiene menos posibilidades de descarga.
"No es un tema demasiado investigado, pero parece claro: el aire cuanto más seco, peor conductor", ha explicado el físico, meteorólogo y portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) Ángel Rivera.
La electricidad estática es un fenómeno producido por la acumulación de cargas eléctricas en un objeto y puede dar lugar a descargas eléctricas cuando dicho objeto se pone en contacto con otro. Se produce cuando ciertos materiales rozan unos con otros; el proceso de rozamiento hace que se retiren los electrones de la superficie de un material y se reubiquen en la superficie del otro material.
Según Rivera, normalmente el cuerpo humano acumula electricidad que va poco a poco descargando por el aire, pero cuando no puede hacerlo se originan los famosos "chispazos", sobre todo en el momento de producirse el llamado "efecto de punta".
Esto último se origina cuando "tocas con los dedos o con cosas puntiagudas, lo que facilita la descarga". Por ejemplo, los rayos siempre descargan en sitios puntiagudos -torres de iglesias, árboles...- porque la electricidad encuentra un camino más fácil para liberarse.
El rayo, una de las descargas electrostáticas de mayor intensidad que se producen en la naturaleza, cuya naturaleza eléctrica ya fue demostrada por Benjamín Franklin, se forma cuando existen zonas con diferente carga eléctrica dentro de una nube.
Para evitar el "efecto punta", ha explicado Rivera, al abrir una ventana muchas personas no utilizan los dedos, sino toda la mano, y se apoyan en el vidrio.
En situaciones de sequedad como la que se vive ahora, el cuerpo humano se carga más de electricidad y, por tanto, en cuanto halla una oportunidad "la descarga y te da el chispazo", explica, aunque la carga que entra en juego es pequeña y no implica peligro. "En realidad, siempre hay pequeñas descargas, lo que pasa es que no las notamos", comenta Rivera.
Para evitar esta desagradable sensación, ayuda tocar los objetos con la mano entera, más que con los dedos, o practicar el "efecto tierra", colocar las palmas de las manos sobre el suelo, aunque realmente no está muy claro cómo escapar del fenómeno.
Depende también mucho de las características de los edificios, de sus puertas y ventanas, ya que en función de cómo sean "cargan más o menos energía".
Según los datos de la Aemet, la sequía meteorológica que padece España desde comienzos de año ha hecho que las precipitaciones se sitúen en un 40 por ciento por debajo de los valores medios a nivel global, aunque hay zonas en que dicho porcentaje se encuentra en un 25 %.
(FUENTE: ABC)
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