Europa reconoce la labor social desarrollada en la planta de clasificación de envases
11/01/2012Limasa recibe el reconocimiento europeo a las buenas prácticas empresariales durante II Encuentro de Redes Europeas del Pacto Mundial que tuvo lugar en Roma los pasados días 26,27 y 28 de octubre.
La Buena Práctica “Incorporación de colectivos femeninos desfavorecidos”, que se encuentra alineada con el Plan Estratégico de LIMASA en su objetivo 17 y sigue los requisitos establecidos en la norma SA8000, los Principios del Pacto Mundial (principios 1 a 10) y la Guía ISO 26000 fue la iniciativa artífice de la distinción.
El enfoque de esta iniciativa persigue romper la cadena que de otra manera llevaría en muchos casos a la desestabilización de la condición salarial que retroalimenta un proceso de involución socioeconómica cuyos vectores clave son la precarización laboral y deterioro de las condiciones laborales y que genera el progresivo aumento de los colectivos sociales excluidos de los circuitos clásicos de empleo, determinantes de la falta de cualificación profesional, exclusión social, marginación y en suma de un persistente debilitamiento de la posición social de cada vez mayor población.
Los resultados de la puesta en marcha y mantenimiento de esta Buena Práctica a lo largo de los últimos años son los siguientes:
- Creación de 25 puestos de trabajo en la Planta de Tratamiento y Selección de Envases para la selección del material recogido selectivamente en el municipio de Málaga.
- Aportación, por parte del Área de Igualdad de Oportunidades para la Mujer, de un medio de transporte gratuito hasta el centro de tratamiento para el colectivo durante dos años.
- Elección de esta práctica por colectivo y asociaciones locales como modelo para su desarrollo en otras organizaciones públicas o privadas.
- Participación en un programa de intermediación laboral que fomenta la integración en empresas ordi¬narias de personas con dificultades para acceder al mundo laboral como un meca¬nismo para combatir su exclusión social.
- La participación en actividades colectivas fomentan el mejoramiento social, económico y ambiental de nuestro entorno y aporta innegables mejoras de imagen y responsabilidad a la empresa.
Este tipo de actividades redunda también en beneficios internos ya que permiten:
- Promover una cultura de colaboración.
- Sensibilizar a la plantilla sobre las necesidades sociales de otros colectivos.
- Permitirles descubrir nuevos valores.
- Poder poner en práctica la solidaridad, que permite un desarrollo más integral de las personas.
- Establecer puentes con diversas organizaciones sociales de la comunidad.
- Estudiar la generación de proyectos sociales conjuntos y, consecuentemente, impactos positivos en las condiciones de vida de las comunidades.
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