Chile refuerza el pozo minero para el rescate
11/10/2010Un nuevo escalón, crucial para el objetivo definitivo, comenzó a subirse ayer en el plan de rescate de los 33 mineros chilenos. Los operadores comenzaron a entubar con acero los primeros 96 metros del pozo, que tiene un total de 630 de profundidad hasta el lugar donde sobreviven los trabajadores atrapados desde hace 67 días. Las nuevas tareas culminarían el miércoles si no hay imprevistos y entonces se iniciará la evacuación.
Se calcula que el proceso para encamisar ese primer tramo de la conducción durará 36 horas. Al ser la parte en la que existe mayor riesgo de derrumbes será la única que deberá reforzarse. Luego comenzarán las pruebas con la cápsula de ascenso, para ver si puede subir y bajar sin riesgo. El resto del pozo se encuentra en buenas condiciones y no requiere entubarse, según determinaron los expertos después de revisar con una sonda con cámara de vídeo el conducto que llega hasta los mineros. De todos modos, una perforación alternativa sigue avanzando por si se produjera algún problema en la primera. La segunda excavación ya había profundizado ayer 447 metros camino de la galería bloqueada.
El ministro de Minería, Laurence Golborne, explicó que ha sido necesario que los trabajadores atrapados llevasen a cabo una explosión controlada en el área del taller donde sobreviven, a fin de ampliar la altura del refugio. De esa forma, la cápsula que les sacará a la superficie, de 2,5 metros, podrá abrir su puerta sin problemas. «Fue una detonación controlada y no hubo riesgo», tranquilizó el dirigente. La maniobra había despertado la preocupación entre los familiares de los mineros ya que se trató de una explosión más potente que las que realizaron para ubicarles en los primeros días después de ser localizados con vida.
Golborne manifestó que se acometerán «todas las pruebas necesarias hasta que estemos seguros de que el sistema funciona», y reiteró que si todo sale bien el miércoles se podrá comenzar a rescatar uno a uno a los trabajadores, operativo que durante casi dos días. Una vez en la superficie, los trabajadores serán sometidos a una revisión, podrán contactar con sus familias y luego serán trasladados al hospital de Copiapó para someterse a un examen médico más a fondo que durará 48 horas. Y es que al menos diez de los atrapados sufren problemas de salud. Diabetes, hipertensión, infecciones en la piel y dentales son algunos de los males que padecen.
Cautela en los técnicos
Muy cauto, el jefe del operativo de salvamento, André Sougarret, advirtió de que siempre existe la posibilidad de que surjan contingencias. Por eso prefiere no poner plazos e ir informando a medida que avanzan las tareas. Hasta ahora, la planificación indicaba que el proceso culminaría en noviembre. Pero en los últimos días la operación se ha acelerado y ahora el entusiasmo crece día a día ante un rescate que ya parece inminente. «Siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical», avisa Sougarret.
En el campamento ayer reinaba la calma y el optimismo tras una jornada de emoción. El sábado los encargados de la perforadora alcanzaron la zona de los mineros sin graves imprevistos. Los familiares lo celebraron haciendo sonar sirenas y bocinas, y corrieron espontáneamente cerro arriba para abrazarse con los operarios de las máquinas. Uno de ellos, el estadounidense Jeff Hart, fue el héroe del día. Aunque no habla español los allegados de los atrapados no dejaban de agradecerle, abrazarlo, besarle y hacerse fotos con él. Fue quien horadó los últimos metros con pericia para lograr romper la definitiva capa de terreno. Estuvo toda la noche sin dormir.
«Nunca me había tocado participar en un rescate de personas. Ha sido muy emocionante», confesó. Trabaja desde hace décadas como perforador de pozos. Cuando la empresa le convocó a Chile estaba haciendo uno en Afganistán en busca de agua. «Nunca en mi vida voy a realizar algo tan importante como lo que he hecho aquí», aseguró satisfecho.
(Fuente: Diario SUR)
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