La legislación vigente concibe la auditoría como un instrumento de gestión que persigue reflejar la imagen fiel del sistema de prevención de riesgos laborales de la empresa, valorando su eficacia y detectando las deficiencias que puedan dar lugar a incumplimientos de la normativa vigente para permitir la adopción de decisiones dirigidas a su perfeccionamiento y mejora.
Desde la publicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en el año 1995 se establece la obligación de someter el sistema de prevención al control de una auditoría o evaluación externa para aquellas empresas que no concierten el Servicio de Prevención con una entidad especializada ajena (SPA). En este punto puede plantearse la cuestión de si el abordaje de la auditoría por parte de estas empresas es un mero cumplimiento de un requisito legal, o si por el contrario conlleva una contribución a la mejora de su gestión de prevención de riesgos laborales. En respuesta a esta pregunta, cabe indicar que los resultados obtenidos por AUDIPREVEN están orientados de forma positiva hacia la contribución de la auditoría para la mejora de la gestión de la prevención de riesgos laborales. Para comprobar dicha contribución se ha llevado a cabo un análisis global de los resultados obtenidos por las empresas auditadas en la primera auditoría y la siguiente de carácter periódico, realizadas con nuestra entidad.
Partiendo de la legislación vigente y los Criterios del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para la realización de las auditorías del sistema de prevención de riesgos laborales reguladas en el Capitulo V del Reglamento de los Servicios de Prevención, AUDIPREVEN ha estructurado los elementos a comprobar durante la auditoría en veinte categorías principales y a su vez estas se utilizan como base para el análisis de los resultados. Dichas categorías son: plan de prevención; evaluación de riesgos; planificación de la actividad preventiva; organización de la prevención; consulta y participación; investigación de accidentes; contratación personal y/o cambio de puesto; formación e información; vigilancia de la salud; actividades para controlar los riesgos; cambios instalaciones, procesos o procedimientos; equipos de trabajo y protección; coordinación actividades empresariales; recursos preventivos; permisos de trabajo; medidas de emergencia; documentación; sistemática de actualización de legislación; principios acción preventiva e integración de la prevención.
Respecto a la primera auditoría, las categorías en las que se presenta un mayor porcentaje de desviaciones son equipos de trabajo y de protección, plan de prevención, actividades para controlar los riesgos y coordinación de actividades empresariales; con un porcentaje de desviaciones en los puntos auditados en la mayoría de los casos superior al 50%. Dentro de dichas categorías las desviaciones detectadas van en la línea de la aplicación de la normativa vigente en la selección y adquisición de equipos de trabajo y de protección; contenido, actualización e implantación del plan de prevención; control periódico de las condiciones de trabajo y de las actividades de los trabajadores; mantenimiento de equipos de trabajo e instalaciones; y gestión de la coordinación de actividades empresariales.
A los resultados indicados anteriormente les sigue como destacables los mostrados en las categorías de evaluación de riesgos, planificación de la actividad preventiva, contratación de nuevo personal o cambio de puesto, documentación y recursos preventivos; oscilando entre el 30% y 40% de desviaciones en los puntos auditados. La línea de las desviaciones en dichas categoría son disponibilidad de la documentación requerida; disponibilidad de recursos preventivos e identificación de las situaciones que lo requieren; activación de procedimientos de evaluación, vigilancia de la salud, formación e información y autorización en el caso de que sea requerido para nuevas incorporaciones o cambio de puesto; adecuación del contenido de la planificación de la actividad preventiva y seguimiento; revisión y actualización de las evaluaciones de riesgos, y consideración de que el trabajador que pueda ocupar el puesto sea especialmente sensible.
Cuando se realiza la siguiente auditoría de carácter periódico los resultados muestran una mejora respecto a la primera auditoría reflejándose en un descenso del porcentaje de desviaciones prácticamente en la globalidad de las categorías indicadas.
En este sentido es destacable el descenso del porcentaje de desviaciones detectadas inicialmente en categorías que marcan la ordenación de la gestión de la prevención de riesgos laborales en la empresa como son el plan de prevención, la evaluación de riesgos y planificación de la actividad preventiva, suponiendo en algunos casos un decremento de hasta un 30% en las desviaciones de dichas categorías. También se producen descensos relevantes en categorías como actividades para controlar los riegos, equipos de trabajo y protección, contratación de nuevo personal o cambio de puesto, y coordinación de actividades empresariales, que en ocasiones llega al 20% respecto a las detectadas inicialmente.
Como conclusión indicar una mejora de la gestión en la mayoría de los aspectos auditados, reflejada en el descenso del porcentaje de desviaciones detectadas en aspectos fundamentales como plan de prevención y sus instrumentos de gestión y aplicación, evaluación de riesgos y planificación de la actividad preventiva. También se muestra un descenso en aspectos que requieren de especial atención para la integración de la prevención en el sistema general de gestión de la empresa como por ejemplo la adquisición de equipos de trabajo y protección, mantenimiento de equipos e instalaciones, coordinación de actividades empresariales, control periódico de las condiciones de trabajo y actividad de los trabajadores, y nuevas contrataciones o cambio de puesto. No obstante dichos resultados muestran a su vez la necesidad de continuar con la mejora del sistema de prevención. Derivado de ello, y en línea con la cuestión planteada inicialmente, la auditoría no debe ser abordada por las empresas como un mero cumplimiento de un requisito legal; sino que ésta se puede considerar como una herramienta de gestión que contribuye a la adopción de medidas dirigidas al perfeccionamiento y mejora del sistema de prevención de riesgos laborales.