La irrupción de Blockchain tiene consecuencias más importantes que el uso de criptomonedas como Bitcoin. Se trata de una tecnología que permite crear redes distribuidas donde nadie es propietario de la infraestructura, sino que ésta es compartida por todos los usuarios, a diferencia de modelos más tradicionales donde grandes corporaciones almacenan y procesan datos en sus servidores privados. Blockchain básicamente es un registro universal donde se va guardando información de transacciones (por ejemplo, de compra y venta de productos y servicios). Es transparente porque todos los usuarios de una red blockchain pueden ver todas las transacciones que se han producido a lo largo del tiempo. Y a la vez es inmutable, lo que significa que nadie puede modificar dicho registro, lo que le confiere seguridad y confiabilidad. Además, es posible incluir programas en una red blockchain, denominados "smart contracts" (contratos inteligentes), que codifican normas de obligado cumplimiento para todos los usuarios. Aprovechando estas características se pueden definir organizaciones que se rigen por este tipo de contratos, y que se conocen con el nombre de DAOs (Organizaciones Autónomas Descentralizadas). Este tipo de organizaciones están proliferando en distintos sectores, no solo el financiero, y son la base para nuevos modelos económicos y sociales, independientes de instituciones gubernamentales tradicionales, con sus propias reglas. Esta descentralización puede fomentar una mayor transparencia, sostenibilidad e inclusividad en las relaciones sociales y económicas.
Dr. Juan Pavón Mestras
Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid
Departamento de Ingeniería del Software e Inteligencia Artificial