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La empresa de éxito es la que se compromete con la sociedad

19/02/2010

Bien común, colaboración, confianza, aprendizaje, diálogo. Éstos son los valores que regirán en la empresa que supere con éxito la actual crisis económica, según los expertos que participaron ayer en la primera jornada de la Cátedra Holcim de Desarrollo Sostenible de este curso. Bajo el título El reto de cambiar el modelo de desarrollo, el debate se centró en definir sostenibilidad, un término cada vez más presente en el debate político, económico y social dos décadas después de que fuera acuñado por el Informe Bruntland de la ONU.

La sesión fue inaugurada por el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Santiago Herrero, el consejero de Innovación, Martín Soler, el rector de la Universidad de Sevilla, Joaquín Luque, y el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros, Emilio Freire. Santiago Herrero sostuvo que los sectores tradicionales de la economía andaluza, como la construcción o el turismo, aún tienen mucho que decir. "El nuevo modelo económico se plantea como consecuencia de la crisis, pero ese cambio nunca debe ser rotundo", señaló Herrero, que incidió en que "se puede orientar pero no imponer". "Ninguna economía cambia por ley", concluyó.

El consejero de Innovación subrayó la necesidad de insuflar "confianza" y defendió la Ley de Economía Sostenible. "Es una ley llena de profundas reformas de la economía que ahonda en cómo mejorar los sectores tradicionales y cómo impulsar nuevos sectores", resaltó Martín Soler, que subrayó que la economía andaluza "no volverá a crear empleo si no se reactiva desde la innovación la construcción, el turismo y la agroindustria".

Si bien el consenso sobre la necesidad de una transformación del capitalismo fue total, más difícil fue para los ponentes definir cómo debe ser esa mutación. La primera mesa redonda trató de resolver esta disyuntiva. Para el presidente del Club de Excelencia en Sostenibilidad, Eduardo Montes, debe partir de un "nuevo liderazgo, ya que el principal activo de las empresas no es la masa laboral, sino las personas". Montes, que representa una agrupación integrada por las mayores empresas de España, postuló que la responsabilidad social "es rentable" y tiene que emanar desde el máximo órgano de dirección de la empresa, el consejo de administración, hacia toda la plantilla. Además, incidió en que desde hace una década el valor en Bolsa de una compañía no sólo radica en su capital físico, sino en su activo intangible, que se plasma principalmente en su imagen o los valores que transmite.

El empresario y miembro de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras Aldo Olcese rebatió las reticencias de Santiago Herrero contra la injerencia de la ley. "En este caso se necesitan leyes porque se ha producido grandes distorsiones que el sistema no ha sabido corregir", manifestó Aldo Olcese, que definió la economía del futuro como "capitalismo humanista". Para el académico, aún resta por superar la transformación "más difícil". "El cambio de mentalidad que afecta a la esencia del concepto capitalismo, que se tiene que complementar con el humanismo como herramienta de gestión", enunció Olcese, que insistió en que el desarrollo sostenible no es sólo papel de la empresa, sino que debe surgir "del compromiso de toda la sociedad: dirigentes, empresarios y trabajadores".

El director de la Fundación Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales, aportó el punto de vista de la sociedad civil comprometida con la sostenibilidad. "Estamos en una triple crisis: es económica, pero también es ambiental ya que 600 millones de personas no tienen acceso a agua sin contaminar; y social: 1.200 millones de seres humanos pasan hambre y sed", repuso Viñuales, que recalcó que el mundo debe atravesar "una gran transición" para reequilibrar el desarrollo. Viñuales enumeró cuatro "palancas de cambio" que fomentarán la metamorfosis. "Hay que usar todas las vías, desde la coerción a la convicción; no despilfarrar el poco dinero que tenemos, y hacer una transición justa, porque no es razonable que las víctimas de esta transformación sean los trabajadores", manifestó Viñuales, que concluyó citando a André Malraux: "El motor del cambio es la esperanza".

La segunda mesa redonda abordó la sostenibilidad desde una óptica multidisciplinar. El subdirector de Mitigación y Tecnología de la Oficina Española de Cambio Climático, Eduardo González, expuso las consecuencias del cambio climático y señaló que la mejor herramienta es la transformación del modelo económico hacia un "desarrollo sostenible y bajo en carbono". "Y sólo será posible si hay un acuerdo global, ambicioso y vinculante para reducir los gases de efecto invernadero", razonó.

José Antonio Carrizosa, director de Diario de Sevilla, recordó el papel de los medios de comunicación como articuladores de una nueva conciencia a favor de la sostenibilidad. "El desarrollo sostenible ha calado en la sociedad porque los medios de comunicación nos lo hemos tomado en serio. Y nos lo hemos tomado en serio porque es la salida de la crisis", apuntó.

José Luis Blasco, que dirige el área de Responsabilidad Social Corporativa de la consultora KPMG, trajo a colación la nueva corriente económica que postula la sustitución del Producto Interior Bruto como medida de la riqueza de un país por un nuevo indicador que tenga en cuenta la "felicidad o prosperidad interior bruta". Blasco aludió a la ineficiencia de la economía actual citando el "efecto jamón york". "Necesitamos 20 kilos de pienso para crear un kilo de jamón", ilustró el experto, que apuntó a la "hipegiafobia, al miedo a la responsabilidad de la sociedad" como el principal freno a la sostenibilidad. El director de Desarrollo Sostenible de Holcim, Manuel Soriano, que moderó la mesa redonda, cerró el coloquio recordando una frase de David Attenborough, galardonado con el Premio Principe de Asturias: "Nuestro pecado es el desperdicio".

(Fuente: Diario de Sevilla)

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