Primero fue el bochorno por la partida defectuosa de 640.000 test de detección precoz del coronavirus adquiridos por el Ministerio de Sanidad, capaces de detectar un positivo solo en el 30% de los casos, y cuya partida inicial de 9.000 muestras ha sido devuelta al fabricante. Y ahora el segundo fiasco por el nuevo cargamento de un millón de test recibido esta misma semana, que ofrecen una sensibilidad inferior al 50%, cuando lo exigible es un porcentaje cercano al 80%.
Según las fuentes consultadas, el Ministerio de Sanidad podría haberse asesorado previamente a través de la embajada española en Pekín, pero no lo hizo. También podría haber recurrido a la Cámara Oficial de Comercio de España en China.
(Fuente: larazon
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