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La inteligencia emocional, base para el éxito laboral en el futuro

24/10/2017

Disponer de una buena inteligencia emocional ayudará en el futuro a encontrar trabajo en un mundo en que los oficios técnicos irán, poco a poco, siendo fagocitados por la robótica.

La perspectiva de un trasvase masivo de puestos de trabajo hacia las máquinas inquieta a quienes estudian el funcionamiento del mercado laboral. La solución se enmarca en el ámbito de lo que se denominan capacidades blandas, emocionales. Son «habilidades que la tecnología nunca va a dominar», como indicó, Vikas Pota, director ejecutivo de la Fundación Verkey. Y así se abre la puerta a una nueva veta de empleo.

Las habilidades blandas podrían reforzar, por un lado, trabajos ya existentes y, por otro, configurar nuevas modalidades de empleo. El trabajo emocional es aquel en el que los sentimientos integran las competencias de un profesional, tanto a la hora de gestionar equipos como de atender al público o de asistir a personas enfermas o dependientes.

La base es la empatía. La comprensión sincera del otro permitirá que, ante situaciones de conflicto, el profesional comprenda el fondo que levanta la indignación o turbación de una persona y pueda lidiar directamente con ese aspecto. Comprender las emociones ajenas supone comprender las necesidades de un individuo y humanizarlo.

Sin embargo, adquirir y, sobre todo, desplegar estas competencias exige un cambio radical en cómo se diseñan los puestos de trabajo. ¿La razón? Urgiría gastar mucho tiempo en aspectos intangibles y no medibles. Justo la orientación contraria a la que promueven las políticas actuales. Los dependientes de los comercios funcionan, cada vez más, como máquinas expendedoras.

Dimensionar el trabajo emocional y de cuidados en su justa medida significaría asumir que todos somos interdependientes y debemos responsabilizarnos de esa misión de acompañamiento y empatía de una forma proporcional con el fin de que no quede atribuida al sector más desfavorecido de la población. La tecnología, dicen algunos expertos, configurará un mundo desposeído de puestos de trabajo. Quizás la eclosión de las máquinas, irónicamente, ofrezca la oportunidad de construir un mundo más humano.


(Fuente: Prevención Integral)


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