El 57 por ciento de las empresas alavesas que tienen contratado el servicio de prevención de riegos laborales con un servicio externo (el 93 por ciento del total) no sabe quién tiene la responsabilidad de las actividades preventivas ante un posible accidente, si el empresario o el servicio concertado, puesto que no aparece reflejado en el concierto.
Estos datos han sido expuestos en la presentación del primer Estudio de Investigación Prevelan Plana, elaborado por SEA-Empresarios Alaveses y el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, para saber el grado de conocimiento de las empresas alavesas en cuanto a la normativa de seguridad y salud en el trabajo. La investigación se ha llevado a cabo con una muestra de 339 compañías de menos de 50 trabajadores.
Esta normativa, según ha explicado el director de proyectos institucionales del servicio de prevención CFP, encargado de la investigación, Antxon Aso, ha sufrido diversos cambios recientemente.
Dichas modificaciones incluyen la ampliación del tipo de empresas en las que sus responsables pueden asumir la gestión de la prevención de riesgos laborales, que pasan a ser las que tengan de uno a diez trabajadores, la posibilidad de iniciar un proceso de simplificación documental para las compañías de menos de 50 empleados o la mejora en la calidad de las prestaciones de los servicios de prevención contratados con entidades externas.
A su vez, en el marco de la contratación, se han modificado las posibilidades para poder concertar este servicio con una Empresa de Trabajo Temporal (ETT).
DESCONOCIMIENTO DE LAS MODIFICACIONES
La investigación revela que el 97 por ciento de los empresarios no conoce las modificaciones normativas, lo cual refleja, en opinión de Aso, un "panorama desolador".
Ese desconocimiento se debe principalmente a que el 83 por ciento de las empresas ya tiene una modalidad organizativa de la prevención, "y como el asumir la prevención no es un imperativo legal, se quedan con la modalidad organizativa", ha aclarado Aso.
No obstante, el director de CFP ha señalado que esa actitud "choca con los proyectos institucionales, que interpretan que la asunción de las funciones preventivas va en favor de la integración de la prevención de riesgos en la empresa, mientras que dejarlos en manos externas la debilita".
En cuanto a la cuestión de la simplificación documental para empresas de menos de 50 empleados, el 96 por ciento de los empresarios desconoce esta modificación, pero el 36 por ciento está dispuesto a sumarse a dicha posibilidad.
SERVICIOS AJENOS
El 93 por ciento de las compañías tiene concertada total o parcialmente la actividad preventiva con un servicio ajeno. Respecto a la responsabilidad de estos servicios externos a la empresa, el 57 por ciento de las empresas que tienen subcontratado el servicio no sabe quién tiene la responsabilidad de las actividades preventivas ante un accidente, puesto que no aparece reflejado en el concierto.
Según ha señalado Aso, se produce así un "desfase" con el nuevo marco normativo, que señalad que el concierto debe dejar "manifiestamente claro" qué actividades se realizan con los recursos de la empresa y cuáles corresponden al servicio concertado. En este sentido, ha considerado que estas situaciones son "evitables" y ha instado a los empresarios a "espabilar".
Sobre la posibilidad de concertar este servicio de prevención de riesgos laborales con las ETT, el 8 por ciento de los empresarios conoce esta facultad y el 7 por ciento manifiesta interés en hacerlo.
Finalmente, respecto a la formación en prevención de riesgos en los sectores de la construcción y el metal, los resultados han sido los "más óptimos" de la muestra, ya que el 95 por ciento del personal directivo cuenta con la formación que marca el convenio, mientras que el 87 por ciento de los operarios ha recibido el curso formativo inicial.
VALORACIÓN DE SEA
Por su parte, la responsable de seguridad y salud en el trabajo de SEA-Empresarios Alaveses, Ainhoa Bóveda, ha indicado que la empresa no suele asumir la gestión de la prevención porque el cambio normativo "no es grande" y genera "inseguridad jurídica", ya que una empresa puede pasar de tener diez a contar con once trabajadores en su plantilla, lo que dejaría al empresario al margen de la posibilidad de gestionar él mismo la prevención.
Asimismo, ha identificado cuatro líneas de actuación: desarrollar y consolidar la cultura de la prevención en las empresas y sus integrantes, identificar y mostrar prácticas preventivas dirigidas a facilitar la gestión, favorecer la información y la comunicación y facilitar a las empresas apoyo técnico externo de asesoramiento en prevención de riesgos laborales.
(Fuente: Europa Press)
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