Una de cada tres empresas españolas ha dejado de realizar actividades de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como consecuencia directa de la situación económica, según se desprende del Informe Forética 2011, presentado este jueves en Madrid.
El documento precisa que la tasa de abandono de actividades de RSE de manera permanente --sin previsión de retomarlas-- es mucho mayor en el caso de las pequeñas empresas (18%) frente al 13% de las grandes y medianas compañías. En cualquier caso, el estudio indica que todas las empresas tienen una actitud más defensiva ante la RSE en un contexto de crisis.
En la presentación del documento --que este año cumple su quinta edición--, el director del informe, Jaime Silos, también ha destacado "la existencia de una polarización de conocimiento de la RSE en función del tamaño de las empresas" ya que el concepto está evolucionando "de manera dispar entre la pequeña empresa, que no acaba de capturar el concepto", y la de mayor tamaño, "donde se va afianzando".
"Esto es preocupante, ya que el desarrollo de la RSE estaría por debajo de su verdadero potencial", ha lamentado Silos, que ha recordado que las empresas de menos de 100 trabajadores "suponen el 99,6 por ciento del tejido empresarial español".
En cualquier caso, en líneas generales, se ha producido un incremento del número de empresas que dicen conocer la responsabilidad social, con un 54 por ciento en 2008 frente al 60 por ciento en 2011. A juicio de Silos, "sorprende positivamente el grado de madurez de la RSE en el discurso empresarial".
Este incremento también se produce entre los ciudadanos ya que, por primera vez, el conocimiento de la ciudadanía del concepto de RSE alcanza el 52,3 por ciento. Además, el atributo más valorado por los encuestados es la preocupación de las empresas por los empleados, superando a los factores de calidad-precio.
De cara al futuro, un 84 por ciento de las empresas encuestadas considera que la RSE tendrá una importancia "igual o mayor". Asimismo, ocho de cada 10 empresas cree que la responsabilidad social contribuye a la reducción de costes y 7 de cada 10, que implica una mejora de ingresos.
DISCRIMINACIÓN NEGATIVA
La crisis también ha afectado a las actitudes de compra por lo que la discriminación negativa se convierte en la principal manifestación de consumo responsable. Así, el 45 por ciento de los ciudadanos reconoce haber dejado de comprar algún producto o servicio por considerar que la empresa fabricante o distribuidora realiza prácticas poco responsables o éticas, frente al 37 por ciento de 2008, según el estudio.
En el plano de la discriminación positiva, el informe constata un cambio desde el premio --pagar más por un producto responsable, un 16%-- hacia la preferencia --un 21% opta por el producto más responsable en condiciones de igualdad de precio--.
"Ante una menor renta disponible y peores perspectivas laborales, el ciudadano reduce de forma natural sus discriminación positiva vía pago de un sobreprecio como premio por la RSE. Sin embargo, es significativo que no por temas coyunturales se deja de practicar el consumo responsable", ha explicado Silos.
El documento también enumera los sectores que aprueban en gestión ética, en opinión de los ciudadanos, que destacan a la industria farmacéutica, la automoción, el transporte de viajeros, el gran consumo y la energía. Por el contrario, el sector financiero sufre la mayor recesión con respecto a la edición anterior.
EMPRESAS CON RESPONSABILIDAD
El acto de clausura ha contado con la presencia del ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, quien ha recordado que la crisis económica "ha contagiado a todo el sistema" por lo que, ante "el cambio en las coordenadas por las que se rige la humanidad, es necesario que las empresas asuman su responsabilidad" para "configurar una sociedad responsable".
"El cambio de paradigma que se está produciendo en la economía a nivel mundial obliga a las empresas, ciudadanos y Gobierno a convertirse y a optar por la responsabilidad como la respuesta imprescindible", ha añadido el ministro, que ha destacado que "el principal objetivo" pasa por "recuperar la economía, generar empleo y que éste sea de calidad".
"La pregunta no es qué hacen las empresas con sus beneficios, sino cómo los generan; en última instancia, las empresas sólo son rentables si son éticas", ha concluido.
(Fuente: Europa Press)
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