Un estudio elaborado entre enfermeros escogidos al azar en el Hospital de Alta Resolución de Écija (Sevilla), aunque extensible a la mayoría de centros hospitalarios del país, advierte del elevado número de casos de estrés laboral que sufren estos profesionales.
Según revela este trabajo, al que ha tenido acceso Europa Press, el problema del burnout se ha detectado "en la mayoría de los profesionales escogidos al azar" para la realización de esta investigación e "independientemente" de que su labor fuese de tipo asistencial, supervisora, investigadora o de cualquier otro índole.
Entre los principales resultados de esta investigación, que se ha presentado recientemente en unas jornadas de la Fundación Progreso y Salud, destaca la edad media de aparición de estos casos de burnout, también conocido como 'síndrome del profesional quemado', que se ha situado en los 34,6 años de edad.
En cuanto a las puntuaciones medias obtenidas a través del cuestionario MBI --'Inventario Burnout de Maslach', uno de los más utilizados para analizar este tipo de cuestiones--, los enfermeros que contestaron al mismo refirieron un cansancio emocional de 35,25 puntos, lo que significa un alto nivel de burnout.
En concreto, en la subescala de cansancio emocional del cuestionario MBI las puntuaciones de 27 o superiores refieren un alto nivel de burnout, mientras que el intervalo comprendido entre 19 y 26 corresponden a puntuaciones intermedias y por debajo de 19 a niveles bajos de estrés laboral.
Este trabajo desvela, igualmente, que el nivel de despersonalización de las tareas que desempeñan estos profesionales también fue alto al obtenerse una media de 15,10 puntos. En esta subescala, puntuaciones superiores a 10 serían nivel alto, de 6 a 9 medio y menor de 6 se considera que el grado de despersonalización es bajo.
En cuanto a la subescala de la realización personal, la tercera gran variable que mide el cuestionario MBI, se obtuvo una media de 28,10 puntos, de lo que se desprende una baja realización personal por parte del profesional. Esta última subescala funciona a la inversa que las dos primeras, de tal forma que de 0 a 30 puntos se pone de manifiesto una baja realización personal, de 34 a 39 intermedia y superior a 40 sensación de logro.
A la vista de estos resultados, los autores de este trabajo abogan por poner en marcha medidas correctoras que resuelvan este aumento del síndrome del quemado, del que recuerdan que "más que un estado es un proceso progresivo de desgaste laboral y falta de logros".
Para tal fin, proponen implicar, además de a los enfermeros, a las direcciones de Enfermería de los centros sanitarios, así como a los servicios de Prevención de Riesgos Laborales.
(Fuente: Europa Press)
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